domingo, 20 de octubre de 2013

"Amores que matan nunca mueren"


Me despierto inspirado, hoy le escribiré un poema, de esos que muestran mis sentimientos y así la enamorare un poco. Grabo con cada palabra un trozo de mi ser, no es solo una lectura, es simplemente mi corazón. Después de varios minutos imaginándola a mi lado, los dos abrazados mientras sueño su olor, la suavidad de su piel acariciada con mis dedos, decido acabar este poema y esconderlo en un sobre. Alguien llama a mi puerta, abro y es ella, inconfundible, la realidad viene a visitarme, como siempre amarga, con palabras hechas puñales para herirme. Mira mi mano y me pregunta: