miércoles, 18 de mayo de 2011

Un final deseado


Hace un tiempo ocurrió el mayor gesto de amor creado por el propio destino

Un buen día nació el, era un gato negro suave, hermoso, se llamo Noir. Con el tiempo fue creciendo y viviendo mil historias, mil riesgos que no dudaba en explicar a la gente que iba conociendo -si, me tire por un barranco de 30 metros y volví a tirarme porque era divertido, también estuve buceando mas de 20 minutos, hasta que conseguí pescar el pez mas grande del rio- eran historias imposibles, historias que nadie creía pero eran reales.

Pasaron años, como era muy viajero nunca le duraban mas de 2 semanas las amistades. Un día conoció a un seguidor, un gato que creía lo que explicaba, que quería vivir esas historias harto de su rutina, estuvieron muchos meses juntos, hasta que decidieron cruzar la vía del tren sin mirar, como tantas veces había hecho Noir pero con la diferencia que esta vez iba acompañado. Se oye el tren de fondo, nadie hace caso, pasan, se ve como se acerca a alta velocidad, pero ninguno de los 2 acelera el paso, están seguros de que no les ocurrirá nada, nunca le había pasado.

Pasa el tren dejando ese vapor tan espeso y cuando este se diluye en el aire se ven 2 cuerpos de gato tumbados, pero solo uno se mueve, es el cuerpo de Noir, el otro sigue tumbado sin calor, sin vida, Noir va rápido para ver si esta bien, pero encuentra que no se mueve, que no tiene ningún latir en el, le agita y le grita, pero nada, no abre los ojos, entonces pasa por al lado un anciano que le explica que es lo que le ha ocurrido a su amigo, es algo que nunca había visto pues siempre abandonaba a sus conocidos antes de que lo hicieran ellos, no supo entender el porque no despertaría jamas, porque el siempre despertaba, porque nunca tenia un rasguño, se dio cuenta de que era inmortal, que tenia un poder que nadie mas tenia.



Pasaron mas años, el mundo fue cambiando a su alrededor, los caballos se fueron, llegaron automóviles, las casas habían crecido hasta convertirse en edificios, por las noches había casi tanta luz como en el día, el seguía explicando sus historias, pero esta vez eran mas fuertes, mas arriesgadas, aun mas imposibles, y un día en un bar, tomando algo vio la imagen blanca de una gata de ojos verdes, y no, no podía dejar de mirarla, estaba hipnotizado por la suavidad de sus movimientos, se acerco y le contó las historias mas impresionantes que había vivido, y la gata solo le miraba y se reía, pero no se creía nada, llego el fin de la noche y ella se fue pero el la siguió por algo que le atraía, era su corazón, sentía algo que nunca había sentido, una atracción que jamas había sentido, la atracción de un amor.

Durante días el le intentaba demostrar lo valiente y duro que era, lo ágil y arriesgado, la intento enamorar de todas las formas posibles, pero no lo conseguía. Un día vio como una pareja celebraba algo en un restaurante, el le daba una flor a ella, entonces el decidió buscar la flor mas bella que existía para que fuera tan bonita como esa gatita que le enamoro, busco y busco pero no encontró ninguna que le acabara de convencer, pero aun así decidió llevarle una:

-Te traigo esta flor, llevo días buscando una que sea tan bella como el brillo de tu mirada, como el brillo de tu pelo, como tu felina forma que tanto me agrada pero no he podido encontrarlo, me ha sido imposible, lo siento...

Ella, con un brillo en los ojos, con un latir que se le notaba en el pecho se abalanzo y le beso, había conseguido enamorarla, no, el no sabia porque, solo había dicho lo que sentía y lo que quería, el no sabia que eso es lo que buscaba ella, no un simple tipo duro.

Pasaron años juntos, el seguía con sus vivencias al limite, ella siguiéndole con mas cuidado, el llevándola en brazos hasta los puntos que ella no podía llegar. Pasaron años y ella cada vez menos ágil, el como el primer día, y siguieron juntos muchos años, ninguno quería separarse del otro por eso el decidió llevarla siempre a su espalda para poder seguir viajando sin que ella se quedara atrás, le ayudaba a beber y comer, a acomodarse para dormir, el siempre antes de que ella despertara iba a por algo para comer, algo para tener fuerzas para aguantar el día, pero esta vez no, esta era la ultima vez que iba a cazar un ratoncito para ella.

Llega a casa, le deja el ratón muerto al lado, el espera a que despierte, pero esta vez tarda mas de lo normal, pasa medio día y no despierta, se acerca y la abraza, pero falta algo en ella, no escucha su latido, el asustado va a buscar ayuda pero no encuentra a nadie, están en medio del campo, no hay mas que pequeños animales y bichos, vuelve e intenta despertarla, agitando su cuerpo, gritando tanto como podía, pero no despertaba, entonces recordó lo que le ocurrió a su único amigo y lo que le dijo aquel anciano -jamas despertara- entonces le salio un mar de lagrimas, estuvo días y noches llorando sin parar, gritando hasta desgarrar su voz, y el cuerpo de su amada en el suelo, sin moverse, lloro hasta que se le secaron los ojos, hasta que se agoto de gritar y se quedo dormido en el pecho de ella... pero esta vez, quizás por amor, quizás porque no era lo que creía, se encontraron en el cielo y ayi siguieron viajando por todo el mundo sin que esta vez se abandonaran jamas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario